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Matrimonios Unidos en Victoria es un movimiento laical de la Iglesia Católica que se crea con la finalidad de restaurar y fortalecer a los matrimonios

Matrimonios Unidos en Victoria surge de la inquietud de ver que tantos matrimonios no viven a plenitud su Sacramento y se pierden hoy en día, por la falta de una ayuda concreta y efectiva.

Progresivamente, se fue consolidando la idea que los matrimonios son los mejores evangelizadores de otros matrimonios.
En el año 2000, a sugerencia de Monseñor Javier Ariz, se inició una experiencia pastoral y se invitó a 5 matrimonios a reunirse en casa, para tratar sobre temas del matrimonio y la familia. En un segundo momento, las reuniones se llevaron a cabo en el Colegio Inmaculada con el apoyo del Padre Juan Luís Lazarte, sacerdote jesuita. Fue él quien nos sugirió vivir un fin de semana para esposos con “Matrimonios en Victoria” (MEV), en la ciudad de Miami.
El Señor se manifestó a través de múltiples circunstancias que confluyeron para hacer que, casi providencialmente, el matrimonio de Bruno y Viole Pietrapiana se encontrara en Miami y pudieran participar de 2 Asambleas de los días jueves, como las que tenemos hoy en Lima. Salieron muy entusiasmados por el amor que irradiaban las parejas que conocieron y decidieron así regresar a Estados Unidos para vivir el fin de semana.
Justo el 11 de septiembre de 2001, el día de los atentados terroristas en New York y Virginia, los matrimonios Bruno y Viole Pietrapiana y Peter y Paula Jiménez viajaron a Miami para participar del fin de semana, pero tuvieron que regresar por los sucesos que ya conocemos. Después de muchísimos contratiempos, en febrero del año 2002 viajaron a Estados Unidos y pudieron finalmente vivir el retiro. Quedaron muy impactados y regresaron con el propósito de traer la experiencia al Perú.
Dos matrimonios de MEV, los esposos Juárez de Guatemala y Harryman de Miami, vinieron a facilitar la realización de los 2 primeros retiros con la colaboración de matrimonios peruanos. Luego de 5 meses de intensa preparación, en agosto de 2002, se llevó a cabo el primer retiro. Lo anecdótico de ese fin de semana fue que ninguno de los 5 matrimonios peruanos que colaboraron en la organización del retiro tenía la menor idea de lo que iban a vivir, pese a haber ayudado a organizarlo con gran entusiasmo. Se preguntaban entonces para qué se había adquirido esto o para qué tal o cual material. En fin, el segundo retiro se efectuó en febrero de 2003.
Después de estas dos experiencias iniciales, con la ayuda del Padre Ángelo Costa y de la Hermana María Ángeles, del Verbum Dei, comenzamos a descubrir algunos elementos en los contenidos y la estructura del retiro, que necesitaban ser mejorados e inculturizados.
En julio del año 2003 se realizó el primer retiro en Lima con un equipo enteramente peruano y con un esquema y contenidos radicalmente distintos y adaptados a nuestra realidad peruana. Se reordenaron los temas con un hilo conductor que se mantiene hasta ahora.
Progresivamente, las formas y los contenidos del retiro original y el seguimiento de todos los jueves del año variaron completamente con la contribución profesional del Padre Carlos Salas, psicoterapeuta especialista en sanación interior, y la Hermana.Graciela, Doctora en Misionología de la Obra Mater Dei, quien ayudó con su espiritualidad, enseñanzas y metodología, a esquematizar el material del Movimiento.
Además, se vio la necesidad de la preparación doctrinal y espiritual de los “matrimonios evangelizadores misioneros” o “servidores”, que actualmente nos reunimos todos los lunes del año.
“El Espíritu Santo había soplado en el Perú”: la experiencia inicialmente traída desde Miami se había transformado en una nueva realidad eclesial que nos da una identidad propia, por lo que se vio la necesidad de cambiar nuestro nombre, añadiendo a la denominación anterior la palabra “Unidos”. Por eso, hoy somos MATRIMONIOS UNIDOS EN VICTORIA.
Otro “soplo” del Espíritu fue el surgimiento de las “Esposas Unidas en Victoria”. Se trata de un grupo de esposas que inicialmente asistían solas a nuestras reuniones todos los jueves. Surgió así la idea de reunirlas aparte, para luchar por restaurar sus matrimonios y familias. Actualmente, han formado una verdadera comunidad y se vienen reuniendo todos los martes. Algunas de ellas, aún sin haber vivido el retiro, ya han recuperado a sus esposos gracias a la mediación de la Virgen de las Victorias y a su perseverancia.